Crónica de una semana excepcional (I - ANTES)
Que levante la mano quien, de entre los 23 expedicionarios, no ha retomado su vida distinto de cómo se fue, hace apenas diez días. Nadie, ¿verdad? Me lo temía.
Pensé que la mezcla y fusión con la cultura caribeña era insuperable. Pues bien, "nuca digas nunca", y esta ha sido la mejor prueba de ello.
Érase una vez Navidades de 2004 cuando Nassib, gran amigo y mejor persona, nos comunica feliz que sus padres vienen desde Aleppo, Siria, a pasar las fiestas con él. Por fin Nass disfruta del placer de presentarnos a sus padres y nos invita a una fantástica cena típica en su casa (arak y narguille incluídos). Resurge con fuerza la idea, que llevaba tiempo latente y en forma de sueño irrealizable, de viajar a conocer su país. Y allí, una noche de cena internacional en un pisito de estudiantes, se planta la semilla de lo que ha sido un esta fantástica experiencia.
Necesitamos crear un grupo grande para poder disfrutar de una oferta única a modo de favor personal, y reconozco por fin que las nuevas tecnologías ofrecen ciertas facilidades. Despliegue de medios: mails, llamadas, mensajes, charlas en cafés... Y respuesta inmediata. Sobrepasamos la cifra que Nass nos pide. Hermanos, amigos, amigos de hermanos y hermanos de amigos, novios, novios de hermanas, amigos de amigos y amigos de amigos de amigos... Fundamentalmente navarros, pero se añade al grupo gente de Elche, Bilbao, La Rioja y incluso una aportación londinense. En definitiva, 23 personas con pocas conexiones más allá de la de querer participar en esta experiencia posiblemente única y que, vista desde lejos, parecía locura y oportunidad a partes iguales.
Durante dos meses procuramos que los trámites burocráticos fueran lo menos incómodos posibles, pero un poco tuvieron que serlo. Probablemente os acribillamos con mails pero ahora todos nos hemos dado cuenta de que era por una buena causa. No fue fácil organizarlo todo, hay que reconocerlo. Y quisimos tirar la toalla porque muchas veces encontramos poca voluntad a la hora de contestar urgentemente a los mails importantes. Sin embargo, ahora todas esas sensaciónes quedan engullidas por una satisfacción inimaginable allá por febrero.
Pero claro, las cosas no podían salir bien a la primera, y eso es lo que más encanto les añade. Cuando superamos los nervios de viajar a una zona que en estos momentos es el epicentro de la primera guerra del siglo XXI (muchos tuvimos que consultar un atlas varias veces para comprobar las distancias entre los países) llegaron las complicaciones desde España. Nssib no viene. ¡SOS! Catástrofe. Con muchas dudas y más nervios mantenemos la expedición. El tema político se complica. No, ya no es Irak, es la mismisima Siria en conflicto con Líbano por el asesinato de Hariri. Además, Estados Unidos se posiciona al respecto: miedo. Y se posiciona del lado de los libaneses: más miedo. Más nervios, más dudas... Pero mantenemos la expedición. Las crisis previaje se mantienen hasta dos días antes de salir: se raja uno. Gran pérdida, por cierto. Bueno... Pero de pronto... ¿y si avisamos a alguno de aquellos que les dijimos que no al principio de la historia? ¡Vamos a hacerlo! A 48 horas del viaje incorporamos un nuevo expedicionario. Tramitamos el cambio de billete y de forma casi imposible también el visado: llamadas, faxes y mails a bruselas, damasco, madrid, lineas aéreas variadas, agencias de viajes españolas y europeas... Y cuando pensabamos que se acabaron los líos y que sólo queda partir hacia allá, la misma víspera de salir apareció el último de los conflictos, tenemos un problema con un visado: Ignacio e Iñaki no son el mismo nombre. Bueno... sálvese quien pueda.
Casi la mitad del grupo salimos desde Pamplona en un bus de noche que nos lleva hasta Madrid. Mezcla de nervios y euforia con la tensión y algo de vergüenza (que poco duraría) de no conocernos.
Nos reencontramos en Barajas con el resto del grupo, presentaciones oficiales y primeras sensaciones del genial ambiente que se avecinaba. (esto va por quienes presiguieron a las cámaras de televisión)
Pienso que a nadie se nos escapa lo fundamental que era para el desarrollo del viaje el ambiente de grupo. Y creo que es uno de los recuerdos más gratos que nos traemos con nosotros. Supimos disfrutar de los detalles más minúsculos, supimos encontrar el punto divertido hasta de las situaciones más desfavorables... Supimos convertir una gran oportunidad en una experiencia inolvidable. Tanto por nuestra actitud, como digo, como por la sorprendente cultura con la que nos encontramos. Y os formulo una nueva pregunta: que levante la mano quien partía sin prejuicios hacia el mundo árabe. De nuevo nadie. Nadie se imaginaba que nos encontraríamos con una cultura acogedora, nada violenta, y que nos daría grandes lecciones en términos de tolerancia.
Detengo el relato en barajas, aquí termina el relato del ANTES a la espera de las dos próximas entregas (durante y después).
Releyedno parece que describo unos preparativos algo tormentosos... No negaré que costó. Pero con paciencia y buena voluntad conseguimos poder sacar adelante una semana que mantendrá la felicidad en nuestros corazones y la sonrisa en nuestras caras durante mucho tiempo. Que nos ha hecho entender que el mundo es distinto a como lo imaginamos, y que por supusto no tiene nada que ver con lo que aparece en televisión. que nos ha descubierto, no sólo otra cultura, sino también a otras personas, e incluso a nosotros mismos. Nos hemos dado cuenta de que los prejuicios los llevamos dentro por mucho que lo neguemos. Aún así, todos nos traemosentre tanta felicidad un inevitable recuerdo agridulce, la pena y rabia de que Nass no pudiera disfrutar este viaje, su viaje, con nosotros.
Un saludo
MP
PRÓXIMAS ENTREGAS:
II - DURANTE
y III - DESPUES
viernes, 1 de abril de 2005
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